Un grupo de investigadores de la Universidad de Cornell (EE.UU.) analizó una gran base de datos de la popular aplicación de música para intentar comprender el comportamiento humano. Aunque hallaron algunos patrones predecibles, otros resultados los desconcertaron.

¿Qué tipo de música escuchan los humanos? ¿Varía dependiendo de la hora del día? ¿Qué tanto difieren los ritmos oídos en América Latina de los escuchados en Europa? ¿Podría haber una serie de patrones universales?.

Esas fueron algunas de las preguntas que hace un par de años se formuló un grupo de investigadores de la Universidad de Cornell, Estados Unidos. Para contestarlas empezaron a hacer en 2016 uno de los estudios más grandes que se han realizado sobre la música que suele escuchar la humanidad: analizaron una base de datos con 765 millones de canciones almacenadas en Spotify.

Sus conclusiones las acabaron de presentar en la última edición de la revista Human Behaviour y muestran varias pistas relacionadas con el comportamiento de los humanos. Por lo general, aseguran los autores, en el mundo se suelen escuchar canciones más “animadas” entre las 8 de la mañana y las 8 de la noche. Entre las 3 am y las 4 am son más frecuentes melodías que podrían indicar un “bajón” de ánimo. También, dicen, es habitual que el ritmo planetario vaya cambiando a lo largo de la semana: los domingos y los lunes son los días en los que se oyen cadencias más suaves. Los viernes y los sábados, por el contrario, son mucho más “excitantes”.

Para llegar a esos resultados, el grupo, liderado por Minsu Park, del departamento de Ciencias de la Información de la U. de Cornell, analizó 11 características que suelen tener las canciones en Spotify. El ritmo, si es instrumental o hay un vocalista, si es bailable o si es únicamente acústica fueron algunos de los factores que evaluaron. Eso les permitió medir la intensidad de cada pista seleccionada por los usuarios de la popular aplicación.

Aunque encontraron patrones esperados, como el hecho de que la música que oyen los menores de 18 años es el doble de intensa que la que escuchan los mayores de 50, hay otras conclusiones para las que no tienen una explicación. Michael Macy, otro de los autores del estudio, le resaltó una al diario El País de España: “Uno de los resultados más sorprendentes es la diferencia en los patrones de género entre el hemisferio norte y el hemisferio sur».

De acuerdo con Macy, «en el hemisferio norte, las mujeres oyen música con menor intensidad, en especial por la noche, mientras que en el hemisferio sur es al revés: las mujeres eligen música con mayor intensidad que la que prefieren los hombres».

Otro punto también los dejó desconcertados: las diferencias entre la música seleccionada por los oyentes se reducían a medida que se acercaban al ecuador. A los ojos de los investigadores, habrá que estudiar con más detenimiento las razones por las que esto sucede.

Aunque Macy reconoció a El País que tratar de estudiar el comportamiento humano a escala global es uno de los retos más difíciles de las ciencias sociales, este experimento, cree, puede dar buenas pistas. Al menos, los millones de datos que están creando aplicaciones somo Spotify, son un buen inicio para observar con cierta fiabilidad las emociones de las diferentes sociedades.

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