La ganadora de los principales festivales folclóricos rescata una canción compuesta hace dos años y que representa el sentir de las principales manifestaciones que se realizan a lo largo del país.
«Quiero decirle al mundo que ya no tengo paciencia, se me acabó por ver día a día tanta insolencia» es una de las frases con las que Marcela Moreira ya había plasmado la indignación del pueblo chileno en la canción «Dilo bien alto«, compuesta hace dos años. «Compartir esta canción ahora tiene más sentido que nunca» afirma Marcela Moreira, la folclorista que recientemente lanzó un el álbum «Cuecas de amor y despedida» donde se reúnen 11 cuecas: tres inéditas y las demás premiadas en diversos festivales.
Destacan “Dolorosa son las penas”, cueca escrita por Moreira, pero que aparece con diversas versiones e interpretaciones en Youtube, sumando miles de reproducciones.
Marcela Moreira se inició en la música como la voz del Ballet Folclórico de Chile (Bafochi) y se covirtió en solista a fines de los años ’90. Su música se caracteriza por una mirada personal que matiza el canto tradicional del campo y lo sustituye por una interpretación engalanada y una voz con entrenamiento, propia de su profesión de fonoaudióloga.
Moreira obtuvo el segundo lugar obtenido en el Festival de Viña del Mar (2001), donde ganó la Gaviota de Plata como la mejor intérprete con la «Cueca de la buena nueva». También fue ganadora del primer premio en el Festival del Huaso de Olmué (1998), con «Ayer cuando me dijeras».
También se ha presentado en el Festival de Cosquín, en Argentina, donde interpretó canciones de Víctor Jara junto al guitarrista Raúl Salinas y en reiteradas oportunidades en los festivales de la Vendimia de Molina, de la Leche y la Carne de Osorno, de la Patagonia y de Villarrica, donde ha conseguido otros galardones.