Para promocionar su nuevo single la banda diseñó una novedosa App para jugar a ser DJ, se llama Ofenbach y está disponible en Google Play y Apple Store.
Con sólo 24 años, este dúo parisino son parte del creciente deep house, pero no sólo hacen música electrónica, sino que tienen un sonido con influencias de rock y folk también. Esto se ve sin dudas en «Be Mine», que lideró las listas internacionales con más de 300 millones de reproducciones, mientras que su divertido y sexy video alcanza más de 105 millones de vistas: esto es lo que llamamos un hit.
En 2017 trabajaron con el compositor Nick Waterhouse en el deliciosamente retro ‘KATCHI’ (6° en el chart europeo de cobertura radial y primero en Shazam como tema dance durante más de tres meses) y luego con Benjamin Ingrosso, el compositor de Estocolmo que representó a Suecia en el Concurso de Eurovisión de 2018. Esto produjo un segundo éxito en Francia que llegó al puesto N° 2 de los temas más escuchados en radio.
Ahora Ofenbach puede revelar el proyecto de un mini álbum que incluye sus tres hits: BE MINE, KATCHI y PARADISE, junto con otros cinco temas nuevos con colaboraciones de Portugal. The Man y The Bamboos y con su último single ROCK IT.
SOBRE OFENBACH
A pesar del éxito de «Be Mine», César y Dorian aún tienen los pies sobre la tierra. El primero es un pianista calificado en música clásica y baterista en sus ratos libres; el segundo es cantante y guitarrista. Ambos son de Paris, y viven a 100 metros de distancia. Igual que cuando se conocieron, a los 11 años, en los corredores de su escuela. Durante un simulacro de incendio, se les pidió a los alumnos que se juntaran en parejas. Sí, adivinaron: César y Dorian se pusieron juntos y se divirtieron en el ejercicio. Rápidamente se hicieron inseparables.
A los 13 años, formaron su primera banda de rock, tocando en bares y ensayando en el sótano de César. En la secundaria, Dorian tocaba la guitarra en una banda pop mientras que César estudiaba a los clásicos, canto lírico y piano. Luego, a los 16, formaron otra banda pop y después de algunos conciertos se dedicaron a la composición, la exploración estilística e incluso la grabación en estudios. Fascinados, César y Dorian observaron el trabajo del ingeniero de sonido.