El proceso de inoculación avanza de forma desigual en el planeta, incluso hay países que no tienen la vacuna y la aprobación del fármaco favorecería a muchas de esas naciones.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) otorgó este lunes (15.02.2021) su aprobación de emergencia a la vacuna anticovid de AstraZeneca, dando un nuevo impulso a las campañas de inmunización, que en América Latina, como en otras regiones, avanzan a diferentes velocidades.

El visto bueno a AstraZeneca allana el camino para la distribución de cientos de millones de dosis a países desfavorecidos privados hasta ahora de vacunas contra COVID-19.

Aunque las campañas de inoculación van ganando ritmo, con casi 172 millones de dosis administradas en todo el mundo, la mayor parte de ellas fueron a parar a los países más ricos.

La inyección de AstraZeneca, que es más fácil de almacenar y transportar que algunas de sus rivales, representará casi todas las dosis que se enviarán en el marco de Covax, un programa internacional diseñado para garantizar que los países pobres no se queden sin ella.

«Hoy tenemos aún más razones para tener esperanzas de controlar la pandemia de COVID-19», dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una rueda de prensa.

Los gobiernos tienen puestas sus esperanzas en las vacunas para acabar con una pandemia que ha matado a más de 2,4 millones de personas, pero el proceso de inoculación sigue levantando polémicas.

En Perú la vacunación se tornó escandalosa. Aprovechando su posición privilegiada, 487 personas se inocularon antes del inicio de la campaña, dijo el presidente, Francisco Sagasti.

El mandatario cargó las tintas contra dos ministras que ya renunciaron. «Estamos indignados», dijo Sagasti. La ministra de Salud el viernes y el domingo la de Exteriores renunciaron salpicadas por el caso. En el resto de la región, la vacunación avanza a diferente ritmo.

Chile comenzó este lunes a vacunar a sus maestros de educación básica y media con el objetivo de reanudar las clases presenciales en marzo, tras casi dos semanas de un masivo programa de inmunización que ya benefició a más de 2 de los cerca de 19 millones de habitantes del país.

Mientras, Colombia recibió este lunes un primer lote de 50.000 vacunas y comenzará a sumunistrarlas el 17 de febrero, tres días antes de lo inicialmente planeado.

Los mexicanos mayores de 60 años empezaron a ser vacunados este lunes, tras una primera etapa del plan de inmunización enfocada en el personal médico que se dilató casi un mes por demoras en la entrega de dosis.

«Qué bueno que ya llegó y con un privilegio para nosotros de la tercera edad», dijo Carlos Alvarado, comerciante de 63 años, usando un tapabocas estampado con la frase «Pinche COVID», mientras esperaba la dosis en un centro de salud de Milpa Alta, un municipio en el sur de Ciudad de México.

En tanto, Rio de Janeiro, la segunda capital más golpeada por el coronavirus en Brasil, anunció la suspensión de su campaña de vacunación hasta la semana próxima por falta de dosis.

Por otra parte, Reino Unido recibió elogios por la rapidez de su campaña de vacunación, con más de 15 millones de personas que recibieron una primera dosis en este país de casi 67 millones de habitantes.

Sin embargo, sigue siendo uno de los países más afectados del mundo, con más de 117.000 muertos. El lunes comenzó la cuarentena obligatoria en los hoteles para las personas procedentes de países de alto riesgo.  

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

Países avanzan en proceso de inmunización

El coste de la estancia, que corre íntegramente a cargo del viajero, es de 1.750 libras (casi 2.000 euros, unos 2.400 dólares), incluidos los test.

La cuarentena en los hoteles tiene por objetivo limitar la propagación de las nuevas cepas altamente infecciosas de coronavirus. 

Pero Reino Unido también fue el origen de una de las variantes que desde entonces se han extendido por todo el mundo, siendo Nueva Zelanda el último país en detectar la cepa británica.

Al menos dos personas dieron positivo a la cepa en Auckland, lo que llevó a la primera ministra, Jacinda Ardern, a ordenar el cierre de la ciudad durante tres días a partir del lunes. «Sé que todos sentimos lo mismo cuando esto sucede: no otra vez», dijo.

«Pero recuerden que ya hemos estado aquí antes. Eso significa que sabemos cómo salir de esto… juntos».

El gobierno de  Vietnam, otro país cuya respuesta al virus se ganó la admiración del resto del mundo, anunció 15 días de restricciones en una provincia del norte, que se encuentra en el centro de un creciente brote.

En cambio, Sudáfrica reabrió las escuelas el lunes, a pesar de que algunos padres temen que la medida sea prematura. 

«Sólo tengo que confiar en que el sistema cuidará de mi hijo», dijo Kelebogile Ngwenya, de 37 años, mientras dejaba a su pequeño en una escuela de Johannesburgo.

En el vecino Zimbabue, las autoridades sanitarias se preparaban para empezar a vacunar, a pesar de la creciente crisis económica y los escasos recursos, tras recibir un primer lote de la vacuna china Sinopharm.

En Europa, Alemania advirtió que no descartará restricciones en su frontera con Francia, después de haber cerrado ya parcialmente el paso hacia Austria y República Checa.

El portavoz de Angela Merkel, Steffen Seibert, dijo que el cierre de fronteras era un «último recurso», pero que Alemania tenía que hacer todo lo posible para frenar la propagación de las nuevas cepas.

Y también hubo nuevas frustraciones para los vacacionistas, ya que el gobierno italiano prohibió la reapertura de las estaciones de esquí justo un día antes de que se permitiera a los esquiadores volver a las pistas.

«¡Es tan frustrante! ¡Nos toman el pelo!», protesta Matteo Morsia, un esquiador de 27 años que había viajado 200 kilómetros para llegar de Milán a los Alpes italianos.

Fuente : mg (afp, Europa Press)

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