Chile posee un potencial renovable de energía que alcanza los 2.319 GW, considerando solo las tecnologías
solares y eólicas. Sumado a ello, cuenta con potencial renovable en sistemas hídricos, geotermia, energía
asociada a mares, entre otras.

La calidad y cantidad de energía renovable permitirá el desarrollo de una economía más sustentable y basada
en la explotación de estos recursos. Para hacer gestionables estas fuentes de energía, es necesario avanzar en
su almacenamiento, de modo de equiparar la oferta y la demanda energética. Para esto existen distintas
alternativas tecnológicas para cumplir este propósito, como las baterías y el desarrollo del vector energético
hidrógeno verde.

Los avances de las baterías posicionan al litio como un actor clave de la industria. Chile no cuenta con ventajas
competitivas y las regulaciones apropiadas para instalar una empresa productiva que permita dar valor
agregado al litio y transformar a Chile en un actor clave en la electromovilidad.

Para el desarrollo de la economía del hidrógeno, será necesario avanzar en la atracción de inversiones, la
transferencia de tecnologías habilitantes para explotar el potencial renovable de Chile, implementar
estándares y regulaciones, formar el capital humano y, debido a la envergadura de estos proyectos, considerar
el trabajo con las comunidades.

Así, es necesario construir instrumentos económicos habilitantes que permitan el desarrollo público y privado
de la industria, además de vincular la investigación e innovación con universidades y centros de investigación
que permitan la inserción de nuestras materias primas en la cadena de valor de la electromovilidad.

Desde la mirada económica, la teoría y la evidencia indica que una buena institucionalidad económica explica
en forma importante el crecimiento, el desarrollo y la prosperidad en los países.

El consenso es que una buena institucionalidad se refiere a reglas del juego claras y que se respetan, en particular, en lo que se refiere a los derechos de propiedad y la existencia de mercados competitivos.

También se necesita avanzar en la integración de mercados y modelos de negocios que permita a Chile jugar un rol clave en la electromovilidad y la exportación de energía limpia a través del hidrógeno verde y sus derivados.

El Estado debe jugar un papel importante en la industria de la energía, que permita dar valor agregado a
nuestros recursos, estableciendo políticas públicas neutrales desde el punto de vista tecnológico, de modo de
avanzar en la eficiencia productiva -lo cual implica producir bienes y servicios al mínimo costo- y en la eficiencia
dinámica que se oriente a establecer los incentivos apropiados para que exista inversión e innovación en el
largo plazo

En la transición energética, la industria minera y el almacenamiento de energía en el vector
hidrógeno, jugarán un rol fundamental para avanzar en la electromovilidad y la transición energética justa.

Dr. Lorenzo Reyes Bozo
Decano Facultad de Ingeniería
Director Grupo de Investigación en Energía y Procesos Sustentables
Universidad Autónoma de Chile

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