El artista puertorriqueño dejó en claro desde un comienzo que su misión sería la de mover a todo el público asistente y lo consiguió.
Una quinta vergara desatada por el fanatismo juvenil, confirmando así su capacidad de convocatoria. Este compositor, cantante y productor llegó a viña del mar para reencontrarse con sus miles de fans que esperaban ver su energía y una puesta en escena que lo caracterizan en cada una de sus presentaciones.
Una selección de temas como «512», «Tuyo» o «Volando Remix» fueron parte de su repertorio de éxitos.
Gabriel Mora, más conocido por su apellido y nombre artístico Mora, pudo hacer vibrar al público, sin embargo, para la televisión en términos de sintonia fue la más baja marcando 26.2 y estando muy por debajo de los otros números de apertura como Andrea Bocelli, Maná que logró 34.5 puntos.
Acompañado en escena sólo por músicos (un guitarrista y un DJ que manejaba las maquinas) Mora desplegó un show intenso y de nivel internacional con el doblete de los temas «Media luna» y «Domingo de Bote». Todos coreados por el juvenil monstruo que desató las caderas en la galería y la platea. El artista no vino solo al show ya que en un sector de palco se hallaba su familia, en especial sus padres, que lo vinieron a acompañar y apoyar en ésta noche única para su hijo.
Ya siendo las 22.30 horas aparecieron los animadores que en una actitud poco fluida y un tanto apurada de realizar el ritual de entrega de las gaviotas, hecho similar ocurrió con el show de Maná donde el vocalista Fher hizo mención de la presión que existía por cumplir con los tiempos, pues aquí pasó lo mismo ya que se notó en la entrega de los galardones que fue un tanto forzada. Pero para Mora y su gente hubo una complicidad innata ya que el monstruo pidió la entrega de las correspondientes gaviotas de plata y oro como muestra de apoyo y valoración a un artista cuyo talento ha traspasado fronteras en países como Argentina, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia y Uruguay.
